El reloj marca las siete de la tarde cuando nos acercamos a la Ermita de San Antonio, falta poco más de media hora para que se obre de nuevo el milagro de ver traspasar a San Antonio por esa estrechez en la que se conjugan lo imposible de las medidas de una puerta tangible con la fé de una fuerza y una devoción que se desborda cada 13 de Junio por las calles de Arahal.
Con la vista puesta en esa imagen que hoy resume una devoción popular que ha hecho a San Antonio su Patrón, sino legal, de corazón; empezamos la jornada, con nuestros sentimientos entrelazados por lo que estamos viviendo y acordándonos de los que por circunstancias no pueden compartir uno de los mejores momentos que este año hemos tenido la suerte de disfrutar.
San Antonio comienza su procesión con los sones de la Marcha Real, pasan pocos minutos de las 19:40h, en una tarde donde el calor se ha convertido en uno de los protagonistas. Le sigue su marcha "Himno de San Antonio", con sonidos de antaño que se hacen presente mediante las liras y flautas de la Agrupación Musical Santa María Magdalena. El silencio invade cada rincón de los alrededores de la Ermita y con la emoción aún sostenida estalla de nuevo con "Alma de Dios".
Adentrándonos en su barrio con la marcha "Cristo de las Cinco Llagas", llega otro de los momentos más entrañables del día, el estreno de la marcha "Fervor y Devoción", obra de Antonio J. García Lobato, continúa con "Recuerdos de Arahal" y son precisamente estos recuerdos los que enlazan con la marcha "Virgen de la Hiniesta".
"Pasión y Devoción" es la que sentimos por la música, que llena nuestro espíritu cuando el recorrido nos lleva hasta la Parroquia de Santa María Magdalena y bajo el azulejo del Cristo de la Esperanza interpretamos la marcha que lleva su nombre. Prosigue el "Himno a Jesús Nazareno" en honor a uno de nuestros mejores amigos y colaboradores. "Virgen de las Angustias" es la marcha que tocamos mientras ya dejamos en la distancia la Parroquia.
"Sube el Nazareno", "Santa María Magdalena" y la "Saeta" junto a las Monjas, nos conducen a "Dios de Esperanza", dedicada a nuestro querido Germán García González y a toda su familia, a la que le sucede su ya emblemático "De San Julián al Cielo".
"Magdalena Bendita" alcanza el cénit de los sentimientos, ya de por sí a flor de piel y tras esta genialidad de D. Manuel Rodríguez Ruiz, más "Fervor y Devoción", "San Antonio Bendito" y "Buena Muerte en la Cruz".
Llegamos a una esquina de la calle del "Duque", que desde hoy, tendrá un lugar destacado en todos los corazones magdalenos. La procesión se detiene y algunos miembros de la Hermandad nos invitan ante el paso de nuestro San Antonio; con unas palabras cargadas de emoción, uno de los coordinadores de la cuadrilla, Juan Carlos Lobato, nos ayuda a descubrir un azulejo, en el que se representa a San Antonio coronado por nuestro banderín, en el que reza que el cuerpo de Costaleros de la Hermandad de San Antonio de Padua nos lo ha obsequiado por nuestro Cincuenta Aniversario Fundacional.
Fotos de Eugenio Jiménez Lobato
Será Juan Luis Portillo, nuestro jefe de banda, el encargado de agradecer públicamente el enorme orgullo y satisfacción que nos ha provocado este hermoso detalle, al que le sigue el honor y el privilegio de efectuar la llamada para efectuar la "levantá" del paso de San Antonio. No podemos dejar de hacer presente en estos instantes a nuestro querido Director y la primera marcha que interpretamos tras la reanudación de la procesión es "Puente de San Bernardo" y no nos olvidamos de su hijo tampoco, David Rodríguez Martínez, es quien firma "Tu Humilde Mirada".
Serán "Santísimo Cristo de la Buena Muerte", "Caridad y Misericordia" y "Jesús de la Victoria" con las que nos acerquemos más al templo.
Con la puerta de la Ermita enmarcando el ocaso de la jornada, la Agrupación pese al calor y el cansancio se crece bajo los acordes del "Canon", "Alma de Dios" y de nuevo "Recuerdos de Arahal" y "Puente de San Benardo", para finalizar rezando a un "Dios de Esperanza", soñando con ser "Costalero" de ese San Antonio que nos ilumina bajo cientos de guirnaldas que adornan su barrio y que nos hace rezarle una vez más con su "Himno de San Antonio" para poner el punto final con la "Marcha Real".
Más de cuarenta marchas interpretadas cuando las agujas del tiempo imparable pasan de la 1:20 de la madrugada, cuando el cansancio se acumula, cuando todo se hace presente, pero también con la satisfacción del deber cumplido, repletos de fuerzas para continuar con esta pasión que ya va a cumplir 50 años de historia, que no son suficientes para agradecer la fidelidad, el afecto y el respeto con el que nos otorgan todos nuestros seguidores y hoy sobre todo, dedicado a todos los Paduanos, sirvan estas humildes palabras para agradecer lo que no se puede agradecer con palabra alguna, porque no hay nada mayor que el cariño que nos dáis: ¡GRACIAS!
